Ave Fenix

Nervios, impaciencia y bastantes temores por cual seria el resultado de tan gran lumbargia por la que he pasado, y de la cual a un sigo notando bastantes molestias. Pero es que a veces me puede mas el corazón que la razón.
Este sábado, tras 13 días sin subirme a una bici, decidí que era el momento de volver a intentarlo y probar que tal estoy recuperando. La ruta a un que no muy acertada por lo que a kilómetros se refiere, no podía ser mas atractiva para mi, Pues Alcaucin es un pueblo de la Axarquia que siempre me a gustado.

El día comenzo en la Malagueta junto a un gran numero de compañeros que ayer se animaron a esta ruta, lo que me facilito bastante la ida, al poder resguardarme en el ceno de un gran pelotón. Los kilómetros iban cayendo entre charlas risas y algún que otro arreon sin gran importancia hasta llegar a los toboganes del Trapiche, en donde los galgos salieron tras su liebre, y yo me quede junto a los que por uno u otro motivo queríamos ir a ritmo mas tranquilo. Ya llegando al puente de Don Manuel, lugar en el que la razón me decía que parara, me dijo Luis: Toni, ¿que vas a hacer?. Si tu subes al pueblo yo también subo. Y no se por que, estas palabras volvieron a desordenarme la consciencia. ¡Benditas palabras!, pues a un que sabia que me estaba pasando de kilómetros y que me la jugaba con la cintura, el lograr subir al pueblo a sido toda una inyección de moral.

Ahora solo me quedaba el regreso, pero este ya no me preocupaba en demasía, apesar de que sabia que mis piernas estaba ya en reserva. A si que en la vuelta siempre buscaba abrigo de compañeros que gentilmente me ofrecían su rueda para remolcarme hasta Málaga.