El tío del mazo...

Mal promedio, 2 malas de 3 salidas. Si es que no levanto cabeza.
Tras pasar una mala noche, y levantarme con pocas fuerzas y molestias intestinales. Ni corto ni perezoso, me enfundo el traje de faena, salgo al encuentro de mi montura ciclista y para Antonio Martín. Que era el punto de reunión pactado para la salida LCL.
A las 09:05am se comienza la ruta rumbo al puerto de Cutar, marchando a contra viento, que ayer era de levante duro como dicen los viejos marinos, y que unido al frío y gris día, hizo de la ruta de ayer un paseo bastante desagradable.
En los llanos que llevan a Torre del Mar, ya me empecé a dar cuenta que algo no marchaba bien, pero como es costumbre en mi, yo ni caso a las señales de avería que mandaba mi cuerpo.

Y decido continuar la marcha hasta el pueblo de Benamalgosa. Que esta justo a pie de puerto. Y aquí fue donde cometí el gran error. Pues estuve apunto de volverme junto a Antonio y Pepe que allí dieron de mano y comenzaron su regreso a casa.
Empiezo a subir el puerto y en seguida compruebo que no, que las piernas no responden y que me voy quedando sin fuerzas por momentos. Intento seguir a mi compañero de puerto que ayer era Pasoslargos, y me va la vida en ello. Hasta tal punto que pare en mitad de la subida y me puse a robar naranjas de un árbol que estaba junto a la carretera preveyendo el pajaron que se me avecinaba.

Cuando corone y me reuní con el resto de compañeros, apenas podía bajarme de la bici. ¡¡¡ Que he hecho !!! me siento en un quita miedos y me como la naranja y bebo agua en busca de recuperarme. Pero la experiencia me dice que aquello lejos de ser una simple pájara, era una enfermedad. Y que por mas que comiera o bebiera no se me pasaría.
Volvemos a bajar a Benamargosa y paramos para avituallarnos en un bar. Y aquí me tomo 2 Coca Colas que digan lo que digan es ¡¡¡La chispa de la vida!!! Pues me dio esa pequeña mejoría que necesitaba.
Como le sigo viendo las orejas al lobo y con mas de 40kms por delante, decidí que en esta ocasión no me la jugaba y llame a mi cuñado para que me recogiera en el C.C.El Ingenio. Dando por finalizada la ruta para mi.

En 20 años que llevo montando en bici, a sido la primera vez que tengo que llamar para que me recojan. Con lo que se puede deducir lo que me costo tomar esa decisión. Pero hoy viéndolo desde una perspectiva mas tranquila, creo que acerté sin dudarlo.
No puedo terminar esta crónica sin antes dar las GRACIAS a los que ayer me ayudaron en mis momentos bajos de una u otra forma.