A por la nieve.

Como el tiempo predijo que haría levante moderado, pues la etapa se desvía de plantear para recoger el viento en nuestras velas cuando mas se necesita, ¡osea!, a nuestro regreso.

Salí de casa a las 08:15 en busca de Jose (Pasoslargos) y Antonio (AntonioBH) pues me estaban esperando a las 09:00 en la Cala del Moral. Y ya de buena mañana la ligera brisa de levante se hacia notar contra mi avance hacia poniente, pero sin llegar a ser molesto en demasía.
Llego unos 3 minutos antes de la hora pactada, Ufff!!! Por los pelos me he librado de la regañina de estos dos. Pues ellos ya estaban esperándome a pie de carretera y dispuestos a comenzar la ruta hacia el Puente de Don Manuel.
Sin perder tiempo nos ponemos en marcha entra las típicas bromas que nos suelen caracterizar.

Yo me pongo en cabeza de grupo junto a Pasos, marcando entre ambos un ritmo legionario disfruton, pero a velocidad que nos permitían ir como dos cotorras de las de rulo en cabeza para poder cascar y contarnos batallitas sin parar hasta llegar a Torre del Mar.
El ritmo era tranquilo pero bueno, entonces ¿para que cambiarlo?, así que nuestro paso por Velez Malaga y posteriormente el Trapiche fue mera zona de transición para alcanzar nuestro objetivo pactado.
Pero había algo en la zona que me inquietaba y alteraba además de atraerme como un imán... Y es que ayer la sierra estaba a reventar de nieve. Yo no podía dejar pasar esa oportunidad de pedalear en busca de ella, así que se lo comento a los compañeros y opina igual que yo, pues oportunidades de estas en Málaga hay muy pocas.
Sin pensarlo pasamos de largo el Puente de Don Manuel y pusimos rumbo a Zafarraya

Comienzo el puerto junto a Antonio (El Cordobes) a buena marcha hasta la venta de los jamones donde una extraña sensacion de vacio me invade las piernas, ¿Pero esto que es? joooo!!! un fide sin salir y todo lo poco conseguido se va al carajo. Le digo a Antonio que tire, y me deje atras, pues no le puedo seguir el ritmo y el iba frenado por mi culpa, y tras decirselo varias veces por fin se decide a arrancar.
Bueno Toni, ahora el plan de emergencia, siéntate tranquilo y disfruta de las vistas, que ya veras como todo pasa.

Y menos mal que use el poco intelecto del que estoy dotado, pues al poco el cuerpo empezaba a responder bien dejando atrás esa sensacion de vacio que por un instante se apodero de mi.
Corono y sin parar me llego a la gasolinera en busca de brebaje mágico en forma de lata roja con letras blancas y sin perder tiempo regreso al limite de las provincias a disfrutar de la nieve junto a los compañeros de ruta.

Hacemos un montón de fotos y grabamos en vídeo para la posteridad la típica batallita de bolas de nieve. Si, como los niños chicos, pero que me quiten lo bailao...

Ahora tocaba el regreso, pero quien se va de estas tierras sin comer de la pata prohibida. Prohibida para los que estén a dieta,

¡claro esta!, por que el bocata de pata asada que nos jincamos fue de escandalo. A mi que no me den mas barritas energéticas que parecen alpiste para los gorriones, yo a partir de ahora pata de Zafarraya.

El resto del regreso se puede imaginar, pues el viento ya había aumentado su velocidad y además tal y como estaba previsto ahora soplaba a nuestro favor, por lo que el retorno a Málaga fue un rodar y rodar a buena velocidad y dejar que los músculos se fueran vaciando con el transcurrir de los kilómetros.