domingo, 3 de abril de 2011

Buscando el Sol

Viernes noche y como niño en víspera de excursión preparo todos mis enseres ciclistas para no perder tiempo por la mañana y llegar a la Cala del Moral a las 09:00 y reunirme con los que fueron y son mis habituales compinches de ruta.
Presto salimos rodando dirección Este, en busca de Torre del Mar, para después encarar Velez Málaga y comenzar nuestra absencion dejando lejos el nivel del mar por culpa de los toboganes del trapiche, pues hasta llegar al puente de Don Manuel va picando en positivo y se acumulan ya los primeros metros de altitud en el cuentakilometros.
A esta ultima población llegue calentando motores con ritmo tranquilo, pues sabia que me quedaba mucho asfalto que pasar bajo mis ruedas, y que además la orografía cada vez seria mas montañosa.
Ahora la siguiente fortaleza que debía tomar era Periana con sus 7 kilómetros de subida que casi nadie respeta como puerto de montaña. Pero yo ya hace bastante tiempo que aprendí que este "puerto" recauda tributo a todos los ciclistas que osan pasar sin mostrar decoro. Por lo que nuevamente agache el lomo y comencé a tirar y tirar buscando buen ritmo sin dejar que se dispararan las pulsaciones, y es que no podía derrochar fuerzas a tan bajas altitudes.

Con Periana conquistada, el nuevo rumbo a tomar era la cumbre del puerto del Sol con sus interminables zigzag. Así que ahora me encontraba sumergido en el mas grande, duro y BONITO puerto del día. ¿que hacer?, este puerto invita a dos cosas, por un lado se desea subir muuuuuy tranquilo para poder admirar las vistas axarquicas que brinda su privilegiado emplazamiento, pero por otro lado es el típico puerto con el que todos soñamos batirnos e intentar coronar sus 1078 metros arrancados al nivel del mar.

Comienzo tranquilo el primer kilómetro, y en cuanto los pistones alcanza la temperatura óptima de trabajo, pienso que he de sufrir un poco y le doy alegría a mi bici curva tras curva, repecho tras repecho. El sudor me resbala por la frente manchando la barra alta del cuadro, la espiración se acelera mas y mas en busca de surtir la demanda de las piernas y el corazón aumenta a ritmo altos acompasado. ¡Pero las sensaciones son buenas!, y ademas no estaba dispuesto a dejarme abatir tan facil por el Sol que desde lo mas alto parecía observar como irremediablemente le comía el terreno. Con lo que cuando corono la cima decido no parar para evitar enfriarme, y continuo rodando hacia Alfarnate en busca de mi bien merecido premio...

Tras el grato descanso y con los buches llenos, nos fuimos rodando tranquilo en busca de Colmenar.  Pueblo que contiene la puerta de entrada al puerto que nos lleva a al reino de Malaka.
El León por su vertiente Norte no es muy difícil de derribar, pero con 100 kilómetros en las patitas de atras  la cosa toma otro nivel.
Pero ahora no valen las lamentaciones y si no he jugado bien mis cartas durante toda la ruta , pues a aguantarse toca.
Pero...¿las piernas responden?, ¡joder Toni, que suerte!, parece que si. Pues al carajo el pulsometro, los ritmos y los miramientos, que toda la vida se ha subido a sensaciones y nunca nos fue mal.
Acabe bastante satisfecho con el tiempo que hice en esta subida, pero la verdad es que en algunos tramos la bici se me ponía muy terca y costaba que avanzara.
Que alegría cuando sabes que ahora solo tienes que dejarte caer y como los señoritos estas en casa, pero como yo soy de los del pueblo llano, mis pedales tampoco descansaron en toda la bajada y por supuesto mi plato grande llego calentito hasta el mismísimo portal de casa.

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